Dejo aquí el análisis del documental que pidió Natalia, espero que os resulte interesante.
El cuerpo humano esta formado en su unidad más pequeña por
células que junto a los sentidos, músculos, corazón, huesos y cerebro deben
trabajar de manera perfecta para que el ser humano pueda realizar sus funciones
básicas.
Así pues empezando por la parte más externa de nuestro
cuerpo se encuentra la piel que nos proporciona el tacto gracias a las
terminaciones nerviosas que llegan a ella, más abundantes en las manos, pies,
lengua y labios. También nos proporciona la temperatura adecuada, actuando con
medios como el sudor para mantener fresco nuestro cuerpo cuando aumentamos
nuestra temperatura realizando alguna actividad.
Los siguientes órganos sensoriales muy importantes en el ser
humano vienen a ser los ojos los cuales nos permiten localizar cualquier cosa
mediante la captación de luz que se transforma en impulsos nerviosos que el
cerebro interpreta y por lo tanto entendemos lo que vemos. Este órgano se ayuda
en el oído otro de los órganos sensoriales que nos aporta el equilibrio gracias
a que cuando nos movemos las partes internas de este estimulan a las neuronas y
orientan al cerebro en tres dimensiones (delante, detrás, izquierda y derecha)
y la captación de sonidos de los que hay que destacar la voz humana que se produce
gracias a que las cuerdas membranosas del interior de nuestra garganta se
juntan cuando espiramos.
Otra de las capacidades del cuerpo humano es la capacidad de
oler gracias a las células receptoras del interior de la nariz. Estas cuando
entran en contacto con las sustancias químicas mandan una señal al cerebro que
las interpreta proporcionando a la persona la capacidad de diferenciar olores.
Estos olores llegan a la nariz gracias a que el cuerpo
humano esta constantemente respirando ya que es imprescindible para la
supervivencia de las células el oxígeno que se encuentra en el aire. Así pues
mediante la inspiración absorbemos el oxígeno que gracias a nuestros pulmones
se filtra a la sangre y mediante la espiración, que como hemos dicho
anteriormente permite la voz, desechamos el dióxido de carbono. Este oxígeno
que se ha filtrado debe llegar a las células y para ello se encuentra el
corazón que bombea todo el sistema sanguíneo.
Además estas células no viven solo del oxígeno sino que
necesitan energía. Esta energía la obtendrá nuestro cuerpo de los alimentos que
es capaz de extraer los nutrientes necesarios de ellos y transportarlos a las
células y desechar aquello que no sirve. Es entonces cuando se llega al último
órgano sensorial, la lengua, capaz de diferenciar los gustos de los alimentos
necesarios para el cuerpo debido a las papilas gustativas que contiene.
En cuanto a las posiciones que puede adoptar nuestro cuerpo
se debe a los músculos. Estos de contraen cuando actina y miosina se unen
debido a los impulsos nerviosos que manda el cerebro pero es nuestro sistema esquelético
que nos da forma.
Los huesos de este sistema están perfectamente diseñados, formados
por colágeno que le aporta flexibilidad y por fosfato de calcio que le aporta
dureza, permitiendo entre otras cosas a que soporten fuertes impactos.
Estas maquina perfectas nacen, miles cada día, gracias al
sistema reproductor del ser humano que le permite el intercambio genético
formando individuos totalmente nuevos y evolucionando como especie.
En los más pequeños la mente y el cuerpo irán produciendo
conexiones que formaran posteriormente lo que somos y al mando estará el
cerebro.
Este órgano nos diferencia del resto de especies, controla,
guía y vigila todo nuestro cuerpo mediante las neuronas que nos permiten
pensar, sentir, querer, recordar y reaccionar.
En conclusión y resumiendo lo anteriormente dicho el cuerpo
humano esta formado de tal modo que a partir de los órganos sensoriales obtiene
información del exterior, que envía al cerebro, y que influirán en mayor o
menor modo en el movimiento, siendo de mayor importancia los ojos, el oído y la
piel y de menor relevancia la lengua y la nariz.
En cuanto a la parte interna la máquina necesita oxígeno
para su funcionamiento y lo obtiene el sistema respiratorio, distribuyéndolo el
corazón a todas las partes del cuerpo. Por otra parte también necesita energía
que extrae de la comida.
Una vez preparado y con sus suministros el esqueleto le da
forma y sostén al cuerpo humano mientras los músculos le proporcionan
posiciones complejas mediante impulsos, pero todas estas partes del cuerpo
desde el exterior hasta el interior están controlados por la parte más compleja
del cuerpo humano el cerebro.
De tal modo todas las partes del cuerpo humano relacionadas
de esta manera, al igual que las piezas de una máquina, desde el interior hasta
el exterior son las que favorecen al movimiento, que se ve afectado y limitado
en gran medida si alguna de estas conexiones falla a causa de una discapacidad,
enfermedad, lesión… como hemos visto en algunos ejemplos que nos muestra el
vídeo.
Pero esto no significa que con la perfecta conexión de todas
ellas seamos capaces de realizar los más complejos movimientos sino que
tendremos que educar al cuerpo, es decir básicamente mediante la práctica, para
que este sea capaz de controlar sus movimientos de los más básicos a los más
complejos sabiendo como realizar una acción que se nos proponga de manera
adecuada y eficaz.
En conclusión estamos de acuerdo en decir que podemos unir
todas las partes del ser humano para conseguir su funcionamiento al igual que
lo hacemos con una máquina, pero no debemos olvidar que somos más que simples
máquinas de las cuales podemos obtener miles de copias, y no dejan de ser
objetos y cada ser humano es diferente y
tienes sus propias experiencias, sentimientos, actitudes, carácter...
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