domingo, 4 de noviembre de 2012

LA INCREÍBLE MÁQUINA HUMANA

Dejo aquí el análisis del documental que pidió Natalia, espero que os resulte interesante.
  
El cuerpo humano esta formado en su unidad más pequeña por células que junto a los sentidos, músculos, corazón, huesos y cerebro deben trabajar de manera perfecta para que el ser humano pueda realizar sus funciones básicas.

Así pues empezando por la parte más externa de nuestro cuerpo se encuentra la piel que nos proporciona el tacto gracias a las terminaciones nerviosas que llegan a ella, más abundantes en las manos, pies, lengua y labios. También nos proporciona la temperatura adecuada, actuando con medios como el sudor para mantener fresco nuestro cuerpo cuando aumentamos nuestra temperatura realizando alguna actividad.

Los siguientes órganos sensoriales muy importantes en el ser humano vienen a ser los ojos los cuales nos permiten localizar cualquier cosa mediante la captación de luz que se transforma en impulsos nerviosos que el cerebro interpreta y por lo tanto entendemos lo que vemos. Este órgano se ayuda en el oído otro de los órganos sensoriales que nos aporta el equilibrio gracias a que cuando nos movemos las partes internas de este estimulan a las neuronas y orientan al cerebro en tres dimensiones (delante, detrás, izquierda y derecha) y la captación de sonidos de los que hay que destacar la voz humana que se produce gracias a que las cuerdas membranosas del interior de nuestra garganta se juntan cuando espiramos.

Otra de las capacidades del cuerpo humano es la capacidad de oler gracias a las células receptoras del interior de la nariz. Estas cuando entran en contacto con las sustancias químicas mandan una señal al cerebro que las interpreta proporcionando a la persona la capacidad de diferenciar olores.

Estos olores llegan a la nariz gracias a que el cuerpo humano esta constantemente respirando ya que es imprescindible para la supervivencia de las células el oxígeno que se encuentra en el aire. Así pues mediante la inspiración absorbemos el oxígeno que gracias a nuestros pulmones se filtra a la sangre y mediante la espiración, que como hemos dicho anteriormente permite la voz, desechamos el dióxido de carbono. Este oxígeno que se ha filtrado debe llegar a las células y para ello se encuentra el corazón que bombea todo el sistema sanguíneo.

Además estas células no viven solo del oxígeno sino que necesitan energía. Esta energía la obtendrá nuestro cuerpo de los alimentos que es capaz de extraer los nutrientes necesarios de ellos y transportarlos a las células y desechar aquello que no sirve. Es entonces cuando se llega al último órgano sensorial, la lengua, capaz de diferenciar los gustos de los alimentos necesarios para el cuerpo debido a las papilas gustativas que contiene.

En cuanto a las posiciones que puede adoptar nuestro cuerpo se debe a los músculos. Estos de contraen cuando actina y miosina se unen debido a los impulsos nerviosos que manda el cerebro pero es nuestro sistema esquelético que nos da forma.
Los huesos de este sistema están perfectamente diseñados, formados por colágeno que le aporta flexibilidad y por fosfato de calcio que le aporta dureza, permitiendo entre otras cosas a que soporten fuertes impactos.

Estas maquina perfectas nacen, miles cada día, gracias al sistema reproductor del ser humano que le permite el intercambio genético formando individuos totalmente nuevos y evolucionando como especie.
En los más pequeños la mente y el cuerpo irán produciendo conexiones que formaran posteriormente lo que somos y al mando estará el cerebro.
Este órgano nos diferencia del resto de especies, controla, guía y vigila todo nuestro cuerpo mediante las neuronas que nos permiten pensar, sentir, querer, recordar y reaccionar.

En conclusión y resumiendo lo anteriormente dicho el cuerpo humano esta formado de tal modo que a partir de los órganos sensoriales obtiene información del exterior, que envía al cerebro, y que influirán en mayor o menor modo en el movimiento, siendo de mayor importancia los ojos, el oído y la piel y de menor relevancia la lengua y la nariz.

En cuanto a la parte interna la máquina necesita oxígeno para su funcionamiento y lo obtiene el sistema respiratorio, distribuyéndolo el corazón a todas las partes del cuerpo. Por otra parte también necesita energía que extrae de la comida.

Una vez preparado y con sus suministros el esqueleto le da forma y sostén al cuerpo humano mientras los músculos le proporcionan posiciones complejas mediante impulsos, pero todas estas partes del cuerpo desde el exterior hasta el interior están controlados por la parte más compleja del cuerpo humano el cerebro.

De tal modo todas las partes del cuerpo humano relacionadas de esta manera, al igual que las piezas de una máquina, desde el interior hasta el exterior son las que favorecen al movimiento, que se ve afectado y limitado en gran medida si alguna de estas conexiones falla a causa de una discapacidad, enfermedad, lesión… como hemos visto en algunos ejemplos que nos muestra el vídeo.

Pero esto no significa que con la perfecta conexión de todas ellas seamos capaces de realizar los más complejos movimientos sino que tendremos que educar al cuerpo, es decir básicamente mediante la práctica, para que este sea capaz de controlar sus movimientos de los más básicos a los más complejos sabiendo como realizar una acción que se nos proponga de manera adecuada y eficaz.

En conclusión estamos de acuerdo en decir que podemos unir todas las partes del ser humano para conseguir su funcionamiento al igual que lo hacemos con una máquina, pero no debemos olvidar que somos más que simples máquinas de las cuales podemos obtener miles de copias, y no dejan de ser objetos  y cada ser humano es diferente y tienes sus propias experiencias, sentimientos, actitudes, carácter...   

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